Aunque el papel de EEUU fue determinante en la implantación de está dictadura a la vez que otras muchas en el continente, y junto al FMI, la apoyo financieramente, no son los únicos que estuvieron en la misma cama con los dictadores. La Iglesia católica como institución se olvido de condenar la dictadura hasta 1979 y un cuarto de siglo tardó la Iglesia argentina en llevar a cabo una pequeña auto crítica, institución que fue beneficiada e incluso estuvo involucrada en la dictadura por un lado, pero a su vez hubieron numerosos casos de curas y monjas contrarios al régimen que de manera individual lo combatieron y algunos terminaron asesinados, como por ejemplo los tres que curas fueron asesinados una noche en la Iglesia de San Patricio en el barrio de Belgrano en Buenos Aires y las tres monjas francesas desaparecidas. También por otro lado, en el 78 EEUU llevaba como bandera en la guerra fría los derechos humanos, eso y la posición negativa de EEUU y Europa a levantar su proteccionismo del sector primario tensaron las relaciones con el régimen de Videla, no obstante este empezó a tener buenas relaciones con Unión Soviética quién incluso apoyo el régimen anticomunista de Videla en la ONU. Nunca, como siempre, parece ser que la moral parece ser una variable relevante en los gobiernos de muchos países e instituciones internacionales.
En 1978, en un intento de exaltar el nacionalismo argentino, el apoyo del pueblo al régimen y tapar los problemas económicos de la época, se organizo el Mundial de Fútbol. Más tarde la situación económica y política no mejoraría e incluso empeoraría; El Producto Interior Bruto caería, bajos salarios e inflación; recesión industrial. En 1981 Videla y de Martínez de Hoz (el ministro de economía) serian sustituidos por otros militares (primero por Roberto Viola y el ministro de economía Lorenzo Sigaut y luego por Leopoldo Fortunato Galtieri y el ministro de economía Roberto Alemann).
El dúo Roberto Viola y Lorenzo Sigaut estaría por poco tiempo, desde el 1 de abril hasta el 20 de diciembre de 1981, que fue sustituido tras un golpe interno por Leopoldo Fortunato Galiterio y Roberto Alemann. Al tomar el mando de la economía Siguat, la inflación estaba en torno al 131%, había una alta tasa de desempleo, el salario real estaba cayendo, el sector real de la economía se seguía desmantelando, fuga de capitales y el peso era una moneda sobrevaluada. Sigaut terminaría con el peso sobrevaluado tras su frase famosa “el que apuesta al dólar, pierde” devaluaría el peso en un 30%, también terminaría con las inversiones golondrina y desdoblo el mercado cambiario y empezó el proceso de estatización de la deuda externa. Este gobierno finalizaría con una profunda recesión económica, con caídas del PIB del 9%.
El Gobierno militar de Fortunato Galiterio lleva a cabo el último intento de que la dictadura consiguiese el respaldo de la población, el 2 de abril de 1982 las tropas argentinas invaden las islas Malvinas declarándole la guerra a Gran Bretaña, que terminaría en fracaso el 14 de junio de 1982. El régimen conseguiría momentáneamente el apoyo de toda la población durante solo un mes. Este fracaso significo el fin del régimen, y el comienzo de la destrucción de toda la evidencia que podría culpar al mismo, relacionada con las torturas, arrestos ilegales, corrupción, etc.
Otras medidas que tomo el régimen junto al presidente del Banco Central, Domingo Cavallo, para terminar de hundir el país en el desastre que luego se encontraría la democracia, fue absorber 23.000 millones de dólares de deuda privada, es decir, se convirtió la deuda externa privada en divisas de las grandes empresas en deuda pública. Sobre este punto hay que resaltar que una buena parte de dichas deudas estaban formadas por deudas de cada empresa consigo misma. Otra medida similar, tomada por el ministro de economía Lorenzo Sigaut en 1981, fue la abertura de una línea de crédito de 3.800 millones de dólares para las empresas endeudadas en divisas pudieran convertir las deudas a corto plazo en largo plazo. Está medida fue una indemnización a dichas empresas por la devaluación que tuvo lugar, que la misma finalizaba con el negocio que estas habían estado haciendo, cambiar pesos sobrevaluados por dólares. baratos. Es decir, una vez más la clase dirigente se beneficia del Estado y el contribuyente, tras haber estado beneficiándose de la actividad especulativa.
Dados estos acontecimientos la población empezó a movilizarse contra el régimen, y este en 1983 tuvo que convocar elecciones, aunque no sin antes aprobar una ley de auto amnistía que los protegiese de los castigos que vendrían más adelante con la democracia. El 10 de diciembre de 1983 Alfonsín del partido UCR asumió como presidente democrático de Argentina.
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